¿Viajar como vía de escape?
Actualizado: 21 mar 2022
Viajar es en sí mismo una válvula de escape, lo que cabe preguntarnos es por qué sentimos la necesidad de viajar cuando nos sentimos cabizbajos, cuando sentimos la obligación de huir hacia otro lugar sin parar a pensarlo ni un instante. Esa necesidad hace que te imagines el viaje de tus sueños, ese viaje en dónde no te conoce nadie y puedes sentirte libre por un momento. Un viaje puede ser algo más que conocer un lugar o las costumbres típicas del mismo, es ir más allá, es conocer una historia.
Un viaje puede entenderse como una vuelta de tuerca a un pensamiento que pesa cada vez más, llegando a transformarse en una vía donde hay curvas, desvíos, laberintos, agujeros o incluso señales de libertad. Viajar puede ser la razón para encontrarse a sí mismo, hacer una búsqueda exhaustiva del alma para que nos conduzca a quién sabe dónde. Pero, ¿todo viaje tiene billete de vuelta?, el destino es algo que no se puede controlar ni manejar, por lo tanto, mi respuesta es ''no'. Todos vuelven, pero no siempre.
Si nos paramos a pensar en cómo sería nuestro viaje de ensueño, nos damos cuenta que vivimos de ilusiones. El viaje ideal sería aquel que nos liberara de lo cotidiano para enfrentarnos a la infinita experiencia de conocer otras realidades, incluso otros puntos de vista. Viajar es algo increíble, nos abre los ojos hacia un mundo desconocido, con miles de lugares por descubrir. Visto desde esa perspectiva, es una forma de conocer el mundo, siendo más complejo de lo que todos pensamos, dónde todos nuestros miedos desaparecen y nos hacen más tolerantes con respecto a otras personas.
El viaje nos convierte en seres libres, hace posible que nos veamos detenidos en el espejo del tiempo, mientras el mundo corre a nuestro alrededor. Es justamente esa vía de escape de la que hablaba anteriormente, la que hace la vida más sorprendente e intrépida. La sensación de volar resulta tan satisfactoria que es algo inexplicable, es una sensación de libertad, como si fueras un pájaro que acaba de aprender a volar por sí mismo. Cada persona lo vive de manera diferente, es por ello que lo hace más real y emocionante.
Hay muchas formas de viajar, no tienes por qué viajar con amigos o familiares. Existe la posibilidad de viajar solo, aunque parezca soso de alguna manera, es la mejor forma para reflexionar y encontrar las respuestas a tus quebraderos de cabeza o bien, evadirte de lo cotidiano. Viajar solo puede dar miedo, es cierto, y más si es la primera vez. El pensamiento de que puede pasar algo peligroso está ahí, presente, pero hay que lidiar con él. Evidentemente corres ciertos riesgos, pero ¿no los correrías de igual manera si viajaras acompañado?. Además, si echas de menos tener compañía, siempre puedes conocer gente en tu destino, y quizá se convierta en la solución a tus problemas.
Cabe recalcar que antes de emprender un viaje, ya sea por placer o vía de escape, debes dejar a un lado los miedos, lanzarse a la aventura es una forma de vida. Una vez has decidido el destino, debes empaparte de todo aquello que deseas aprender en el viaje. No sólo a nivel de historia y cultura, sino también a nivel personal. Recuerda que el viaje consiste en disfrutar de los pequeños momentos, ¿podemos cometer errores? esta claro que sí, pero todo aquello se convierte en anécdotas que luego podrás contar a tus amigos y familiares. Vive el momento, y sobre todo vive una experiencia inolvidable que jamás podrás olvidar.
Completamente de acuerdo!! Has conseguido plasmar todo lo que sentimos los amantes de los viajes, enhorabuena :))